La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) vivió una jornada de tensión hoy, cuando la presencia de infantería en las puertas del gremio impidió el ingreso de un grupo de afiliados que pretendía participar de la asamblea general prevista para hoy. El objetivo de la asamblea era elegir el listado de congresales activos y pasivos, pero según los reclamos de los afiliados, se estaban cometiendo irregularidades en el proceso.
“Se cerraron las puertas, hay personas que ingresaron por los costados, que son afines a la actual Secretaria General, que no están en los padrones y con las que se pretende aprobar una asamblea”, contó Víctor Chuquisaca, uno de los afiliados que se encontraba fuera del gremio. Además, aseguró que más de 600 personas que llegaron desde el interior del país tampoco pudieron ingresar.
Chuquisaca denunció una “falta de representatividad” en la conducción de ATE desde que falleció el secretario Juan Arroyo y asumió la actual secretaria Mabel Álvarez. Según él, el gremio se ha convertido en un “unicato” que pretende ser manejado por Álvarez sin democracia ni transparencia.
Por su parte, Eduardo Trapilla, integrante del Centro de jubilados de ATE, denunció en la justicia que se estaban cometiendo irregularidades en el uso del salón del gremio, donde se estaban realizando actividades clandestinas como la venta de bebidas alcohólicas y bailes los fines de semana.
La situación en ATE es tensa y los afiliados reclaman por la transparencia en la conducción del gremio. La elección de los congresales activos y pasivos es un tema crucial, ya que ellos serán los encargados de marcar la política que se llevará a cabo en el sindicato y de aprobar los balances de todo un año, que según los reclamos de los afiliados, no están claros.
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